Todo hombre tiene perfecta conciencia de encerrar en su pensamiento cosas que nunca, o solo a disgusto, comunicaría a otros [...]. Sospecha también [...] que existen otras cosas que no quisiera uno confesarse a sí mismo, que se oculta uno a sí propio y que expulsa de su pensamiento en cuanto, por acaso, aparecen.
Sigmund Freud, Análisis profano
Pepiol Martí, Marc
Publicar un comentario